Nadie.

No. No lo sabéis, ni lo sabe nadie. No sabéis cuanta pasión generan ciertas cosas, no sabéis como pienso, no sabéis como actuaría ante cierta situación, ni cual será mi siguiente paso. No sabéis hasta que punto soy capaz, capaz de lo que sea, eso no importa: capaz; ni cuanto cabe en mí, ni cuanto reboso, cuando me colmo o cuando me vacío. No lo sabéis. No sabéis a cuanta impotencia puedo llegar a dar cobijo, ni sabéis en que punto exacto pierdo el control y me dejo dominar por un impulso, una corazonada. No sabéis cuantas veces al mes calibro mis ánimos. Ni cuanto me gusta ser absurda, ni sabéis si lo soy. No sabéis que porcentaje de risas desearía poder descomponer en lágrimas, ni sabéis si sería posible que eso ocurriera. No sabéis si no os dejo saberlo por pasotismo, vergüenza, desconfianza o prudencia. Pero es que si os lo contara, ya sabríais más que yo.

viernes, 17 de febrero de 2012

Se dejaba llevar.


No oscureció aquella noche. Porque aquella mañana no había amanecido. Te marchaste dando un par de gritos. Cerrando cada suspiro con un portazo. La puerta dilatada por el calor. Podría ser agosto, quizá septiembre. ¿Cambiaba eso las cosas? Por eso lo olvidé.
Comenzó el otoño en la habitación. Caía el papel de las paredes. Las hojas de los libros.
Se estropeó el tocadiscos. Volvía a estar jodida, tendría que comprar uno nuevo. Las cosas volvían a funcionar dándoles un par de golpes. Esta vez no fue así. No se volvieron a escuchar los mejores vinilos. No volví a oirte respirando en mi cama. Y mira que le di golpes al enchufe y a la caja. Y mira que le di golpes a la puerta. Y a la pared. Pero no volviste a aparecer. Caiste otra vez. Llegaste de nuevo al callejón oscuro del que nunca te conseguí sacar. Te llamaría y te contaría tantas cosas, que me agobiaría. Y colgaría. Y seguiría sin saber por dónde empezar.
Me gustaba la forma en que todo te daba igual. No queda ni tu olor.Ni tu hueco en el sofá. Has desaparecido de nuestras fotos. Has vuelto a huir. Te encontré huyendo. Te he dejado escapar. Estabas huyendo. Sin café de despedida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario