Nadie.

No. No lo sabéis, ni lo sabe nadie. No sabéis cuanta pasión generan ciertas cosas, no sabéis como pienso, no sabéis como actuaría ante cierta situación, ni cual será mi siguiente paso. No sabéis hasta que punto soy capaz, capaz de lo que sea, eso no importa: capaz; ni cuanto cabe en mí, ni cuanto reboso, cuando me colmo o cuando me vacío. No lo sabéis. No sabéis a cuanta impotencia puedo llegar a dar cobijo, ni sabéis en que punto exacto pierdo el control y me dejo dominar por un impulso, una corazonada. No sabéis cuantas veces al mes calibro mis ánimos. Ni cuanto me gusta ser absurda, ni sabéis si lo soy. No sabéis que porcentaje de risas desearía poder descomponer en lágrimas, ni sabéis si sería posible que eso ocurriera. No sabéis si no os dejo saberlo por pasotismo, vergüenza, desconfianza o prudencia. Pero es que si os lo contara, ya sabríais más que yo.

jueves, 17 de julio de 2014

A los ojos de alguién que nunca aprendió a leer.




Lo malo de cuando suben las emociones es que no creen en la permanencia; y un día sin avisar, le sueltan las pinzas a tus camisetas. Y caes, todavía mojada y con arrugas.  Como una sábana, pero sin manchas de piel.
Caer es como volar pero es mentira. Lo malo no es la caída, es no saber dónde queda el suelo.  No tener ni idea de cuántas noches irán, después de después de esta. Después siempre queda demasiado lejos de estar mejor. Después siempre es antes de ti.
El ahora es la realidad de que el vaso sólo está medio lleno cuando lloras, medio vacío cuando te has vuelto a pasar bebiendo.
El tiempo no cura nada, pero mata todo. Si la puta de la vida todavía no se ha dignado a contarte esto; ven, que ya te lo cuento yo. Y si quieres nos subimos al tejado y elegimos qué matar antes de que nos mate a nosotros. Y no pasa nada. 
Porque entre ese millón de hormigas que intentará que te levantes, todavía quedará algún gigante que se tumbará contigo para hacerte menos duro el suelo.

Y todavía nos quedará la poesía. Porque siempre habrá alguien despierto. Todavía.


"El dolor es extraño. Un gato que mata a un pájaro, un coche accidentado, un incendio… Llega el dolor, BANG, y allí está, se introduce en ti. Es real. Y para cualquiera que te vea, parecerás un imbécil. Como si te hubiese caído una idiotez repentina. No hay cura para ello mientras no encuentres a alguien que comprenda cómo te sientes y sepa cómo ayudarte"
— Mujeres.  Charles Bukowski.

1 comentario:

  1. Me ha impactado mucho tu texto, supongo que he conectado porque soy ahor amismo una camiseta a la deriva, que tras caer del suelo, sigue sin estar en su sitio, arrugada, manchada, pero de vez en cuando sopla el viento e intenta llevarme a otro sitio mejor...
    "Después siempre queda demasiado lejos de estar mejor". Sublime!

    ResponderEliminar