Todo parece tan fácil, y
sin embargo es tan lejano, tan efímero. Es como intentar atrapar un pájaro con
las manos, imposible de abarcar, terminará volando, no está hecho para vivir en
otro sitio que no sea el cielo.
A veces, me gusta bailar
hasta que me duelen los pies, y sonrío hasta que se me olvida como hacerlo. Y
tengo ganas de que algo llegue de verdad y me arrase por dentro. En el buen
sentido claro. Y que sea algo que dure, que no se acabe cada vez que nos alejamos.Conocí la ciudad del viento hace muchos años, la visitaba cada vez que tenía que escribir, cada noche, con sus luces de ciudad perdida. Quiero volver a esa ciudad.
Todo es tan efímero que
escuchamos canciones de amor, sabiendo que algún día serán de desamor, y que
las cartas que un día escribimos, con el tiempo se vuelven letras sin sentido.
Pero sin embargo,
seguimos intentando atrapar esos pájaros imposibles, que algunas noches
prefieren arrimarse a otros nidos que no son el tuyo. Y escribiendo cartas, y
escuchando canciones de amor y buscando ciudades del viento para perderse los días malos.
Supongo que se trata de
eso, de vivir. Y claro que hay días extraños en los que parece que morimos por
dentro, sin motivos…Y necesitamos un cuento, unas flores, un abrazo, un buen
libro, o un pájaro. El caso es que sea lo que sea, la vida tiene esos días
malos con los que una al final se acaba llevando bien. "Si sobrevives, si persistes; canta, sueña, emborráchate. Es el tiempo del frío; ama apresuradamente. Los árboles esperan; tu no esperes, este es el tiempo de vivir, el único."