Prefiero el
mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las
estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre
los dedos de mis pies, embriagada de todo. Y la noche, siempre la noche. La
noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis
esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, andar con poca ropa, sentarme
en el suelo y meterme algo de vida en el cuerpo. La mañana me sabe a dolor de
cabeza. Me da sueño. Pero también me gusta. Me recuerda que soy mortal. Me
recuerda que soy normal. La noche me hace soñar. Pero el día…el día me hace
vivir de verdad, con su sol, con sus colores, su vida en las calles. Prefiero
experimentar las cosas, aunque me salgan mal. Aunque me pongan la zancadilla.
Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta. Y lo que no. Y, más
que nada, prefiero la vida bonita, pintada de flores (aunque solo sea en
sueños) , disfrutar de las personas que quiero, de todas esas sonrisas que se cruzan contigo a
lo largo del día…Y de la noche, claro.
Nadie.
No. No lo sabéis, ni lo sabe nadie. No sabéis cuanta pasión generan ciertas cosas, no sabéis como pienso, no sabéis como actuaría ante cierta situación, ni cual será mi siguiente paso. No sabéis hasta que punto soy capaz, capaz de lo que sea, eso no importa: capaz; ni cuanto cabe en mí, ni cuanto reboso, cuando me colmo o cuando me vacío. No lo sabéis. No sabéis a cuanta impotencia puedo llegar a dar cobijo, ni sabéis en que punto exacto pierdo el control y me dejo dominar por un impulso, una corazonada. No sabéis cuantas veces al mes calibro mis ánimos. Ni cuanto me gusta ser absurda, ni sabéis si lo soy. No sabéis que porcentaje de risas desearía poder descomponer en lágrimas, ni sabéis si sería posible que eso ocurriera. No sabéis si no os dejo saberlo por pasotismo, vergüenza, desconfianza o prudencia. Pero es que si os lo contara, ya sabríais más que yo.
Algo de inquietante tienen estos relatos. Un perfil o varios que nunca se dejan ver, la luna y sus caras ocultas. Las flores.
ResponderEliminarATILA Y SUS TAKONES