Nadie.
No. No lo sabéis, ni lo sabe nadie. No sabéis cuanta pasión generan ciertas cosas, no sabéis como pienso, no sabéis como actuaría ante cierta situación, ni cual será mi siguiente paso. No sabéis hasta que punto soy capaz, capaz de lo que sea, eso no importa: capaz; ni cuanto cabe en mí, ni cuanto reboso, cuando me colmo o cuando me vacío. No lo sabéis. No sabéis a cuanta impotencia puedo llegar a dar cobijo, ni sabéis en que punto exacto pierdo el control y me dejo dominar por un impulso, una corazonada. No sabéis cuantas veces al mes calibro mis ánimos. Ni cuanto me gusta ser absurda, ni sabéis si lo soy. No sabéis que porcentaje de risas desearía poder descomponer en lágrimas, ni sabéis si sería posible que eso ocurriera. No sabéis si no os dejo saberlo por pasotismo, vergüenza, desconfianza o prudencia. Pero es que si os lo contara, ya sabríais más que yo.
viernes, 11 de enero de 2013
Con gafas de sol.
Ella se pone sus gafas y
lo ve todo. Ve futuro, ve arrugas en él y sus sábanas, ve despertares bajo ellas
y veranos sin necesitarlas, ve tartas de cumpleaños con velas que cambian con
los años, caras extrañas al abrir regalos y cumpleaños felices desafinados por
tenerlos poco ensayados. Ve aquí y allá,
ve relojes que se derriten en la carretera, salta los charcos, deforma reflejos
y rompe las reglas. Ve a sus futuros hijos, se ve valiente, se deja caer hacia
atrás sabiendo que él estará siempre para cogerle o para enseñarle que el suelo
tampoco es tan duro. Tararea la música que sonará el día que no se casen.
Vuelve a sus siete años y está en su habitación rosa, rodeada de muñecos e
historias inventadas. Sopla las velas. Ahora es verano, está en la playa y
siente como la arena se queda pegada a su s pies cada vez que la pisa. Aletea
sus pestañas y forma un tornado que le recuerda a su estómago aquella noche de
verano que lo conoció. Se besan. Se vuelven a ver. Susurra el deseo. Se vuelven
a besar. Se deja querer. Y ahora es primavera y hacen el amor. Se vuelven a
besar. Y ella es feliz y sonríe, y a él le hace feliz su sonrisa.
miércoles, 9 de enero de 2013
Hoy brindamos por nosotras.
Como si de un flechazo se
tratara, como un amor a primera vista, así sin más…
Llegará ese día en el que
todos los días dejarán de ser retos fallidos, tu espiral rutinaria girará de
nuevo, esta vez con un rumbo distinto.
No habrán más mentiras, más escondites,
más excusas, no más historias inventadas que solo acabas creyéndotelas tu
mismo. El miedo desaparecerá, ahora
serán ellos, los miedos los que teman. Y tampoco envidiarás todo lo de fuera porque
sabes que en ti está lo que más quieres, entonces es cuando potencias tus
virtudes, y al conocer tan bien tus defectos, ellos pasan a ser tus mejores
armas. Ya no necesitas que nadie te ensalce, ya lo sabes, tú eres tu mejor
amante, te gusta lo que ves, así, como eres. Las cifras pasan a ser simples
números, el chocolate vuelve a ser tu gran pasión secreta, tu reflejo es bonito…tan
bonito.
Algo ha cambiado, estás
frente al espejo y te gusta, sonríes de manera diferente. Has comprendido las
reglas del juego al que nunca quisiste jugar, tu mente era tu peor arma, y tú,
tu peor enemigo. Sigues frente a él, algo está cambiando dentro de ti, sientes
una sensación que echabas de menos, ya
la conoces, nada nuevo. Solo que simplemente hacía tiempo que no lo saboreabas
tan de cerca…eres feliz. Muy feliz.
Clara Romero
Esta escrito por ella,
por mi mejor amiga, por mi mejor suerte. Con este texto abrimos este 2013,
juntas, como siempre. Sabiendo que sin duda, va a ser nuestro año, porque vamos
a comernos el mundo, ¿A que si preciosa?
Que te quiero.
jueves, 27 de diciembre de 2012
A mi pequeño gran amor.
Él sonríe.
Y de repente todos los
años de evolución, toda la naturaleza,
Darwin, los experimentos con guisantes, el paleolítico, el neolítico, la rueda,
el fuego, la noche, el día, la caza, la pesca, la luz, Edison, la bombilla, el
telégrafo, el teléfono, la paz, las banderas blancas, la ropa, vestirse,
desvestirse, desnudarse, la química, la física, Einstein, Picasso, la pintura,
el arte, la danza, la escultura, la escritura, Hemingway, el mar, París, la
lluvia, el frio, la magia, los trucos, los tratos, lo absurdo, el amor, la
velocidad, el aire, la marihuana, la medicina, los venenos, los libros, los
bolígrafos, los pinceles, los lienzos, los silencios, los gritos, los orgasmos,
los susurros, las inspiraciones, las
expiraciones, los abrazos y patadas. Los puñetazos y caricias. Alicia y sus
maravillas, correr detrás del conejo blanco, las dudas, las certezas, el sueño,
el insomnio, el chocolate, la vainilla y
el coco. Ir al cine, al teatro, correr, actuar, bailar, besar, lamer, reír, disfrutar, hacer el amor, la
felicidad, la vida…todo, de repente todo tiene sentido.miércoles, 19 de diciembre de 2012
Más grande que todo.
Como si estuvieras en una
gasolinera en medio del desierto, en silencio,
escuchándote solo a ti, moviendo el aire con las manos. Como si el tiempo fueran unas hormigas
recorriendo tu espalda, como si algo te apretara tan fuerte el pecho que no te
dejara ni respirar. Como sobrevivir al tiempo y a lo injusto. Como subirse a
una montaña rusa y desabrocharse el cinturón, como dejarse caer al vacío
gritando con impotencia. La soledad en
todas sus manifestaciones, una taza de café caliente y solitario, abandonada y
olvidada en medio de la cocina. La hoja de un libro arrancada, volando por las
calles de la ciudad, como enterrar un recuerdo, como tapar con un puñado de piedras
el laberinto (a veces dañino) de la memoria.
Como sobrevivir a la
nostalgia, dormir sin poder hacerlo. Coger el metro, y sonreír a desconocidos,
leer hasta que las palabras se te salgan por los ojos, beber hasta que los
recuerdos desfilen uno a uno delante de ti. Y entonces, te burles y te rías de
todos esos que te hicieron daño. Guardar el corazón en una botella en la
nevera. O mejor, congelarlo todo. Congelarte por dentro…
Tú eres mucho más grande que la tristeza. Mucho más grande que todo, tienes una sonrisa más grande que nadie y el mundo te echa de menos. Ahora baila.
“Hay que tener fe en uno mismo, ahí reside el secreto.
Aun cuando estaba en el orfanato
y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces,
me consideraba el actor más grande del mundo.
Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso”
Charles Chaplin.
domingo, 28 de octubre de 2012
Bienvenido frío.
Entre el frío imagino mil
historias. Creo ver a un importante banquero, tirando al aire millones de
billetes y escapando de su vida. Una estudiante que vive sola y da de comer a
sus peces de colores, mientras escucha en las noticias que el mundo cada día
está peor y nadie hace nada. La viejecita del primer piso pasea a su perrito
porque no tiene nada mejor que hacer, eso, y cocinar para uno los mejores
manjares. Un niño dibujando por primera vez el sol, y escribiendo al lado: “Para
ti, mami”. Una viuda que ha perdido a su marido años atrás y le escribe todas
las noches. “Por aquí todo sigue igual de triste, aunque esta mañana he sonreído porque el perro
de la vecina se llamaba como tú, Alfredo, curioso nombre. También porque nuestro hijo me ha regalado un
dibujo precioso, en el que tú lo iluminabas todo”. Esta noche la estudiante del
ático ha invitado a cenar al importante banquero, lo único que sabe cocinar,
pollo al horno. Pero ella sabe que lo importante es el postre, sonríe mirándose
al espejo. Se pone algo de rímel y espera a que llegue la hora: 22:00. Una
pareja adolescente se besa y apura el último latido antes de que llegue el
último autobús. Se besan como quién no ha besado nunca y esta loco por comerse
el mundo de un bocado. Un mendigo en la esquina se resguarda del frío fumando
lo que queda de una colilla que ha encontrado en el suelo. Observa la escena y
recuerda su primer amor. La chica enamorada vuelve a casa, Con la ropa
arrugada, los labios rojos e hinchados, y una sonrisa llena de sueños. Su padre
el banquero tiene una cita, por lo que llegará tarde, de nuevo está sola en
casa. Su padre se come a su cita a besos y ha dejado el postre en el plato,
toca comerse por dentro y dejarse de tartas. Esa noche llega a casa con 10
sueños más y 10 años menos. El mundo está cada día peor, los días van y vienen
cómo trenes sin estación. Hay personas que mueren, otras que siguen viviendo
pero están muertas, que no saben dónde buscarse. El periódico de hoy recomienda
que nos amemos, que olvidemos el pasado y el futuro. Que vivamos cada día cómo
si fuera el último. “Haz todo lo que sientas, y siente todo lo que hagas” Así
reza el titular. Y este frío se me antoja precioso. Y hay días montaña en los
que tienes que escalar, y noches preciosas si terminan contigo. Podemos ser
como los adolescentes que se aman sin pensar el mañana, o como el importante
banquero y su cita, rompiendo los muelles del colchón a base de felicidad. Os
juro que he aprendido algo en estos años, y es lo importante que resulta volver
a casa sonriendo por las noches. Pese al tedio, la rutina, el gris…pese a todo,
tenemos que disfrutar de lo precioso que puede llegar a ser la rutina.
sábado, 27 de octubre de 2012
Hablábamos de canciones,
de los Rolling, de que un puente no se sostiene de un solo lado, de la poesía
en las azoteas, de los platos colocados con sumo cuidado sobre la mesa, una
flor en un jarrón, justo en medio, y los rayos de sol entrando por la ventana.
De que tengo una floristería debajo de mi casa, y la mujer que trabaja allí
hace ramos de rosas cada mañana. Ya nadie regala ramos de rosas. Y tú, que
hueles a invierno, a frio, y tu espalda eterna y segura, donde ya no duermo
desde hace mucho.
Hablábamos de que hace
demasiado que no cojo un tren y me escapo unos días. Y que el amanecer desde la
playa es lo más bonito que hay. Y que cada noche cenábamos arroz tres delicias
buscándole las delicias, que nunca tenía, que eran dos guisantes y un trozo de
zanahoria. Y que en esta casa pasan las horas muy lentamente y sin embargo, nunca tengo tiempo
de nada. Quién me ha visto volar sabe
que puedo llegar muy alto. Y que hoy tengo ganas de volar, y escapar de aquí.
De coger el primer vuelo que pase con destino a algún lugar. A perderme, para
volver a encontrarme otra vez. Y tengo ganas de enamorarme , y de vivir con
sonrisa permanente, y de llorar de la risa
hasta que mi tripa no pueda más. Y de soñar
con los pies al compás de Beethoven.
Y que me sobran las ganas, los miedos, la
ilusión, la sonrisa, las inseguridades, la indecisión, la responsabilidad, la
locura…Que me sobran los motivos.
"Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena."
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena."
viernes, 26 de octubre de 2012
Eternos.
Ya no verás mi
habitación. Ni el rosa de mis paredes. Ni el cuadro de la Gran Manzana que
cuelga de ellas. Ya no te pararás a ver todas las fotos colgadas, que hacen
cada rincón tan mío. Ni leerás todas las frases que rodean mi puerta y que
nunca te dije. Ya no sabrás que libros llenan mis estanterías, ni cuantas
revistas de moda impregnan mi habitación. Nunca verás mi lista de cosas por
hacer antes de morirme. Ni mi colección de zapatillas de ballet. Nunca verás lo
grande que es mi nuevo armario, y tampoco todos los recuerdos que he metido en él. No verás mi reloj de flores de los años 50, que hace tiempo dejó
de marcar las horas. Ni mi póster de algún café de Paris donde volveré algún
día. Ya no verás mi colcha, ni mis ojos ilusionados y orgullosos al contarte
que me la hizo la persona más importante de mi vida. Nunca sabrás lo que ven
mis ojos cada vez que me asomo a la ventana. Y ya no nos tumbaremos en mi cama
para callar a los vecinos con nuestros orgasmos.
Alguien me dijo que
mientras no elijamos, todo es posible. Aunque esta vez, contigo ya no lo es. Yo
ya elegí hace mucho que tú no eras para mí. Y que mi habitación ya no olía a ti.
"No quise retenerla ¿De qué hubiera servido deshacer las maletas del olvido?
Pero no sé qué diera por tenerla ahora mismo mirando por
encima de mi hombro lo que escribo.
Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa,
a cambio de sus besos y su prisa,
con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno."
J.Sabina.
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